La espada de paseo de Alejandro El Grande viene con su correspondiente vaina oficial y su certificado de autenticidad. Las tácticas militares utilizadas por Alejandro Magno (356-323 a. C.) demuestran que ha sido uno de los más grandes generales de la historia. La táctica llamada del «martillo y el yunque», o también táctica de cerco con unidades de choque, era una formación de combate innovadora para la época: dispuso sus unidades en niveles; fingió querer rodear al enemigo para poder dividirlo mejor y así abrió una brecha en sus líneas defensivas.
Esta táctica no podía realizarse a menos que los dos ejércitos tuvieran más o menos el mismo número de efectivos, ya que consistía en encerrar al contrario por los lados. El «martillo» correspondía a la caballería pesada de los hetairoi que presionaba al adversario y lo contenía en un espacio cerrado. El «yunque» correspondía a la falange y a los hipaspistas (la infantería de élite) que intervenían justo después.
Para llevar a las fuerzas enemigas lejos de su centro, la caballería macedonia rodeaba los flancos del ejército contrario, sistemáticamente por el flanco derecho que estaba comandado por Alejandro en persona, para luego intentar hacer un hueco y colocarse en las líneas enemigas, por lo que obligaban a sus enemigos a reagruparse.
Atacando por los flancos, la caballería macedonia sorprendía a las tropas enemigas por la rapidez y fuerza de su impacto; en el centro, la falange y los hipaspistas avanzaban para abrir el segundo frente. Una vez se le cerraba el paso al enemigo, éste quedaba en una trampa. Generalmente, esta estrategia causaba una gran confusión porque no podía distinguirse si las unidades estaban dispersas o sólo mal coordinadas.